¿Qué dice la forma de tu ombligo sobre tu salud?

Aunque nunca te lo hayas planteado, nuestro ombligo puede decir mucho más de nosotros de lo que nos imaginamos. Más allá de ser la señal inequívoca de que hemos nacido de un ser humano al que hemos estado unido mediante un cordón umbilical, nuestro ombligo puede darnos señales sobre nuestro estado de salud. Dicho lo cual, ¡empieza por mirarte el ombligo!

Si el ombligo es la cicatriz del origen de toda nuestra vida, ¿por qué no también quien refleje algunos aspectos de esta como nuestro estado de salud o nuestra personalidad?

¿Hundido o salido?

Lo primero que debemos analizar es si está hundido o salido.

Aunque la gran mayoría de la población tienen el ombligo hundido, frete al 10% que lo tienen salido, debemos analizar si ese hundimiento es ligero o intenso. En el caso de ser muy llamativo suele deberse a problemas de sobrepeso o tendencia a acumular grasa en la zona del vientre.

Las personas delgadas, pero con el ombligo hundido, son más propensas a tener problemas digestivos o de hinchazón.

Por su parte, aquellas personas que tienen el ombligo salido, resultado de una hernia umbilical de nacimiento o una infección en la base del cordón umbilical, son más propensas a desarrollar hernias.

Respecto a la personalidad de estos últimos se caracterizan por ser inmaduros, extrovertidos e hiperactivos. Son personas atléticas y que les gustan romper con la rutina.

Forma de ‘T’

Este tipo de ombligos indica que la persona que lo tiene es más propensa a sufrir dolores de tipo muscular y de cabeza.

Incluso, puede avisar de una falta de energía

Forma de almendra

Las personas con este tipo de ombligos son propensas a tener dolores musculares, dolores de cabeza, así como problemas óseos.

En cuanto al carácter, este tipo de personas suelen pensar demasiado las situaciones. Se preocupan por los demás antes que por ellos mismos.

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